Los beneficios que proporciona la cosmética natural se reflejan, principalmente, en el aspecto que presentan la piel y el cabello. La piel es el órgano más grande del cuerpo humano ya que lo cubre completamente, protegiéndolo de agentes externos, regulando la temperatura y dotándolo de sensibilidad, entre otras funciones. La piel es un magnífico indicador del estado de salud general ya que muchas veces un aspecto áspero o apagado nos está diciendo que algo ocurre en nuestro interior, y además también puede sufrir afecciones como la dermatitis, los eccemas o la psoriasis. Por otra parte, la piel es donde primero se manifiestan los signos del envejecimiento prematuro, con la aparición de arrugas y de flacidez. El cabello tiene una función protectora sobre el cuero cabelludo y, en nuestra cultura, un destacado papel estético. La carencia de algunos nutrientes puede hacer que el cabello se vuelva débil, quebradizo y se vea con un aspecto apagado.