La tercera parte de la población sufre alguno o varios síntomas de mala digestión.
La digestión es el proceso mediante el cual vamos a obtener los nutrientes de los
alimentos que comemos.
La mala digestión puede ser crónica o puede aparecer de forma puntual tras una
comida copiosa o que lleve demasiados irritantes como picantes, potenciadores del
sabor o un exceso de grasas, y se hará notar con la aparición de molestias como
pesadez, sensación de plenitud, gases y reflujos. En este blog te presentamos el botiquín de verano: acidez.
En la temporada de verano, es fácil que descuidemos un poco nuestra alimentación y
que abusemos de alimentos que no suelen formar parte de nuestro menú habitual
como procesados y precocinados.
La digestión de los alimentos comienza en la boca, con la masticación y la buena
salivación, por eso comer despacio y de forma relajada es básico para que los
alimentos nos sienten bien y también en verano es una época en la que comemos de
forma más social.
HÁBITOS EN VERANO PARA EVITAR MALA DIGESTIÓN
Priorizar alimentos de fácil digestión:
– Frutas y verduras
– Alimentos ricos en fibra, sin salsas (p.ej. pasta, pan y arroz integrales)
– Purés, caldos y sopas (frías y calientes)
– Huevos hervidos
Priorizar la cocina casera y sencilla, preparando los alimentos cocidos,
hervidos, al vapor, escalfados, asados o a la plancha, evitando los alimentos
procesados.
Evitar las comidas muy calientes o muy frías.
Masticar despacito y bien los alimentos, la digestión es un proceso que se
inicia en la boca. Debemos masticar bien cada cucharada, envolviendo los
alimentos en saliva.
Las cenas deben ser ligeras y hacerse al menos dos horas antes de acostarse
para que la digestión no interfiera con el sueño.
SUPLEMENTOS PARA CONTROLAR LA MALA DIGESTIÓN
LAS SALES DE CALCIO Y MAGNESIO:
Ayudan a aliviar los síntomas de la acidez de estómago y el reflujo gastroesofágico. Las
sales de calcio y magnesio son dos sales minerales que actúan como antiácidos suaves,
neutralizando el exceso de ácido producido en el estómago. Calman la acidez y el
reflujo gastroesofágico sin producir efecto rebote.
El regaliz ayuda a aliviar los síntomas de la indigestión y el reflujo ácido. Un compuesto
en el regaliz llamado glicirricina reduce la inflamación y el malestar estomacal.
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