La hidratación es parte fundamental de una buena nutrición. Los alimentos hidratantes son importantes, pero no todos los alimentos y bebidas sirven para hidratar adecuadamente.
Sólo se consideran alimentos hidratantes aquellos que contengan más de un 80% de agua y aquellas bebidas que contengan menos de 50 mEq/l de sal.
Las bebidas alcohólicas no son hidratantes. Y las bebidas con azúcar o edulcorantes, pueden llegar a dar más sed.
Para mantener una buena hidratación lo realmente importante es el balance hídrico, y esté se mantiene en equilibrio gracias al aporte de agua de alimentos hidratantes y líquidos y a la excreción adecuada de lo sobrante.
En ocasiones una deshidratación puede ser la causa de una retención de líquido como mecanismo de defensa del organismo. Y al revés, un exceso de agua puede filtrar en exceso minerales imprescindibles para el equilibrio electrolítico, y eso puede conllevar una deshidratación.
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Esto nos lleva al eterno debate ¿Cuánta agua hay que beber al día?
La respuesta va a depender de varios factores:
Factores que influyen en la hidratación
Hay varios factores que determinan la cantidad de agua que hay que beber para estar hidratados
- Temperatura del ambiente. Si hace más calor, lo normal es tener más ganas de beber agua. Personas que sudan mucho, independientemente de la temperatura exterior, también beberán más líquido. Ante la duda, por encima de 28 grados de temperatura, es importante que tengamos siempre agua a nuestra disposición.
- Humedad del ambiente. A mayor humedad del ambiente, mayor pérdida de sales del organismo por la sudoración y por tanto más necesidad de alimentos hidratantes y de líquidos.
- Edad de la persona. Las personas mayores tienen un contenido de agua corporal menor que la de niños y jóvenes, por lo que es normal que no tengan tanta necesidad de beber.
- Composición corporal. Las personas que se practican ejercicio moderado-alto y tienen una buena calidad muscular y poco porcentaje de grasa necesitan más cantidad de agua. Las personas con obesidad que presentan niveles altos de azúcar en sangre, o mucha sudoración tendrán mucha sed, en ocasiones excesiva.
- Actividad física que se realiza. Todos sabemos que con la práctica de actividad deportiva aumenta la necesidad de una buena hidratación y por tanto aumenta la sensación de sed.
- Dieta. Una dieta rica en vegetales y pobre en hidratos de carbono, requiere menos agua. Es normal que personas con este estilo de alimentación no tengan demasiada sed.
- Situación fisiológica. En embarazo, y lactancia.
Bebidas y alimentos hidratantes
- Las frutas y las verduras tienen mucho contenido en agua. Pero los que más el pepino, la sandía y el calabacín.
- También las setas y hongos.
- Los lácteos y las bebidas vegetales, cuya base es leche o agua.
- Tomar agua con las comidas mejora el vaciamiento gástrico, contribuye a estabilizar el pH digestivo, y en contra del mito de que beber con las comidas “engorda”, acompañar las comidas con agua aumenta la saciedad y la digestibilidad de los alimentos.
No se trata de beber 2 o 3 litros de agua al día, pues ya hemos visto que depende de muchos factores. La recomendación es que hagas una dieta rica en alimentos hidratantes, priorices el agua a cualquier otra bebida, y te dejes guiar por la sensación de sed.
Recetas hidratantes
Y para facilitar tu hidratación te traemos 3 recetas fresquitas para que no le falte agua a tu cuerpo este verano:
GAZPACHO DE SANDÍA
500 gramos sandía
500 gramos tomate
1 cebolla
1 pimiento rojo
1 ajo
Triturar.
Aliñar al gusto de vinagre, aceite y sal y servir bien fresquito.
CREMA FRIA DE PEPINO YOGUR Y MENTA
2 pepinos (pelar y quitar las semillas)
1 yogur griego/natural
½ cebolla
1 ajo
Hojas de menta
Triturar y añadir más agua según la consistencia que se desee.
Aliñar al gusto de vinagre, aceite y sal y servir bien fresquito.
SOPA FRÍA DE ZANAHORIA Y NARANJA
300 gr de zanahorias ( peladas)
Zumo de 2 naranjas
½ cebolla
Caldo de verduras 0.5 litros
Pochar la zanahoria y la cebolla en una sartén con un poquito de aceite de oliva, añadir el caldo de verduras y el zumo y dejar cocer durante 25 minutos.
Triturar, aliñar al gusto y servir bien fresquito.
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