¿Te gustaría ponerte las pilas con tu forma, haciendo entrenamiento físico, pero te preocupa no saber bien cómo hacerlo? Si es así, te hemos preparado una lista con algunos de los errores más comunes que cometemos cuando hacemos ejercicio.
Tal vez tus vacaciones hayan llegado, ahora que estamos metidos de lleno en agosto. O, quizá, estés ya pensando en el otoño, cada vez más próximo; o lo que es lo mismo: el fin de los excesos de comidas y caprichos culinarios, fuera y dentro de casa, con motivo de las vacaciones y el calorcito.
Toca ponerse las pilas… o no, si lo que te gustaría es llevar una rutina continuada a lo largo de todo el año. Sea cual sea tu caso, no te pierdas estos errores típicos de cuando nos lanzamos a ejercitarnos con demasiado entusiasmo y poca cabeza.
Olvidarnos del calentamiento
Cuando vamos a empezar con nuestro entrenamiento, nos acordamos de casi todo. Por supuesto, tenemos preparada nuestra ropa cómoda y transpirable, nuestra nueva pulsera inteligente, para medir la distancia recorrida, las calorías y el tiempo…
Pero nos olvidamos de lo más importante: el calentamiento. Preparar y distender nuestros músculos y tendones es vital para evitar sufrir una lesión posterior.
Y este sí es uno de los problemas que podría mantenernos, durante la recuperación, alejados del objetivo de llevar una rutina cuando más entusiasmados estábamos con la tarea.
Exceso de ejercicio
¿Alguna vez has oído el refrán “no rompas el ayuno con un festín”? Pues con ejercicio pasa un poco lo mismo.
Cuando no tenemos bien asentado el hábito de hacer deporte, tendemos a caer en los consabidos ciclos de hacer entrenamientos hasta coger algo de forma, para luego relajarnos y volver a coger peso.
¿Qué pasa en esos momentos, cuando perdemos el tipo y nos comparamos frente al espejo? Que nos lanzamos como posesos a hacer ejercicio; como si pretendiésemos recuperar todo el tiempo perdido en pocas sesiones.
No; lo único que conseguirás con eso, una vez más, es sufrir una lesión o terminar tan agotado que, en pocos días, habrás matado la ilusión con la que habías retomado el gimnasio.
Lo ideal para la mayoría de las personas, cuando estamos reincorporando las rutinas de entrenamiento físico, es irnos acomodando a más y más carga y tiempo de entrenamiento.
No hidratarnos
Con frecuencia, lo primero que perdemos cuando hacemos ejercicio físico son los líquidos acumulados. Esto hace que veamos algunos cambios a la primera de turno; algo muy motivador, pero no por ello enteramente positivo.
Es vital hidratarse, y más en esta época del año, cuando más propensos somos a los golpes de calor. Y es que las insolaciones suelen darse, por un fallo de termorregulación en nuestro organismo, cuando estamos deshidratados.
Hacer ejercicio en zonas poco transitadas
Quienes hacen su entrenamiento al aire libre, con frecuencia buscan lugares poco transitados. En algunos aspectos, se trata sitios ideales por algunos motivos: sin viandantes a los que tener que esquivar, lejos del bullicio y sin coches, por el peligro que representan y el humo que desprenden.
No obstante—y volviendo al tema de la época del año en que nos encontramos—, entrenar en lugares poco transitados nos hace muy vulnerables en el caso de sufrir un golpe de calor.
Combinar el entrenamiento con una dieta inadecuada
Una dieta adecuada, por descontado, es el complemento perfecto para un entrenamiento regular. No obstante, como hemos repetido, a menudo nos lanzamos a la tarea de recuperar la forma física con más entusiasmo de cabeza.
Comer pobremente, creyendo que esto será un refuerzo excelente para la perdida de calorías que acompaña el ejercicio, es una pésima idea. El entrenamiento, dependiendo de cuál sea su objetivo—muscular, tonificar o bajar de peso—, tiene unos requerimientos alimenticios diferentes.
Una buena medida, mientras comes con normalidad y elaboras una dieta adecuada para ti y para el objetivo que te has marcado, puede ser la de tomar productos naturales para deportistas. Entre estos, te recomendamos eleuterococo, por sus propiedades energéticas y reconstituyentes; levadura de cerveza por su contenido de proteína y vitaminas del grupo B o germen de trigo, una excelente fuente de fibra e hidratos de carbono.
Ahora ya lo sabes: haciendo un entrenamiento de manera organizada, y evitando estos errores tan comunes, no hay nada que te impida hacer ejercicio de forma sana.